Aurora y Alexander. Ellos crearon la poesía de una galaxia perfecta. Inconscientemente, en noches indelebles, personificaron con emoción a la luna y a las estrellas. La noche al verlos ser efímeramente felices estableció un acuerdo con el tiempo, las horas pasarían más lento y ella se tardaría un poco más en irse. Pero, Aurora ignoró la advertencia por meteoritos y Alexander no tenía manera de controlarlos.
Y es que en la creación de dicha poesía de una galaxia perfecta, también existieron catástrofes.