Rodrigo despierta en completa oscuridad, le cuesta respirar y solo escucha unos golpes sordos sobre su cabeza, que no logra distinguir. El concreto se va vaciando sepultándolo vivo y él no lo sabe.
Antes de construir la nueva torre "Cóndor" que promete ser el edificio más alto de Bolivia, los albañiles piden que se realice una ofrenda, o "Sullu", a la Pacha Mama, la madre tierra, para asegurar que no haya accidentes en la construcción y el edificio no se derrumbe.
Rodrigo enfrenta ahora sus peores miedos y todas las decisiones que ha tomado en la vida, en una carrera contra el tiempo para intentar escapar antes que se le acabe el aire o dejarse morir asfixiado.