Esta antología reúne cuentos que escribí hace algún tiempo. Algunas tramas son ficticias y surgieron como reflejo de ciertas percepciones del mundo; otras están inspiradas en experiencias personales o en vivencias cercanas a mí.
Les soy sincera: dudé de publicarla. Claro, uno no siempre tiene ganas de andar surfeando por las oscuridades ajenas, o de recordar lo "montaña rusa" que es la vida. Paisajes de ceniza gris del que uno escapa, a veces, porque solo anhela —necesita— magia multicolor en sus días. Como elegir el calorcito de una vereda al sol en las caminatas invernales.
Pero creo, o más bien anhelo, que el contenido de estas páginas trascienda la melancolía. Que se entienda, en cambio, como un filtro que atempera el ruido de los dolores, las dudas o los miedos, esos que habitan silenciosos —o no tanto— en la profundidad del alma, o que atisbamos anidando en el otro.
Escenarios e historias que están allí, detrás del velo.