Yi Zhaodi,
a los once metida en la escuela de teatro por su tío.
Aprendía a actuar,
y pasaba las noches en la cámara nupcial,
una tragicomedia.
En un abrir y cerrar de ojos, la protagonista cumple medio siglo,
Qin'e se ha convertido en una memoria silenciosa de los escenarios.
Sola en el escenario,
calculando al milímetro todos sus actos,
en el poderoso universo.
Detrás de ella, su tío tocaba el bangu con un ritmo muy rápido y tenso:
¡Tan-tan, tan-tan, tan-tan, tan-tan, tan-tan-tan-tan-tan-tan-tan-tan, tan-taaaaaaaaaaaaaan!
Tocaba el tambor cada vez con más energía. Con ese ritmo, Yi Qin'e se sentía como cuando corrían en círculo arriba en el escenario, caminando como si estuviera a punto de alzar el vuelo.